TECNOLOGIA DE LA CONFECCION TEXTIL
 (C) EDYM, España, 1998
Cuarta Parte
Organización industrial de la confección textil

Capítulo 24
PLANIFICACIÓN DE LA PRODUCCIÓN / 2
1. Compra de materias primas.  2. Recepción de pedidos.  2.1. Control de piezas.  2.1.1 Revisadora.  2.2 Tratamientos de estabilización de los tejidos.  2.2.1 Decatizado.  2.2.2 Humidificación, vaporización y "sponging".  2.2.3 Desarrollo de la operación de decatizado.  3. Organización de almacenes.   2.3  El almacén.
1. Compra de materias primas
La estructuración de la empresa puede tener ligeras diferencias, debidas a su especialización, o más acusadas debido a su tamaño. La gestión de compra de materias primas depende directamente de la producción, porque es su destinataria; en este sentido es en el que su estudio queda incluido en los capítulos de producción que ahora iniciamos.

Pueden darse dos procedimientos para la compra:

    • Mediante el estudio de marcado se sabe cuánto tejido igual lleva cada prenda o prendas a realizar. Del departamento de comercial sale una previsión de cantidad de prendas a vender. Con estos dos datos se prevé el tejido necesario y se hace el pedido correspondiente para iniciar la producción.
    • Otro procedimiento consiste en agrupar las cantidades de ventas que los vendedores tienen anticipadas, y hacer el pedido del tejido en etapas sucesivas.
La ventaja que tiene el primer sistema es haber hecho el pedido con la suficiente antelación, eliminando riesgos de retraso en el inicio y continuación de la producción. Su inconveniente, por contra, es que las ventas sean inferiores a los previsto y sobre tejido. Con el segundo sistema no sobrará tejido; pero al no haberse hecho todo el pedido hasta final de ventas, si hay retrasos en la recepción de materia prima habrá retrasos en la fabricación y se retrasarán las entregas, con riesgo de finalizar la temporada y quedar tejido o prendas en fábrica por no haberse servido a tiempo.
2. Recepción de pedidos
2.1. Control de piezas
Sin descartar la fiabilidad de la ficha técnica que el fabricante adjunta a la pieza que entra en almacén, el confeccionista precisa su propio control sobre ese tejido. El responsable de almacén recibe los pedidos de piezas y los acepta salvo revisión posterior siempre. Los datos técnicos que vienen de fábrica acompañando a la pieza serán los primeros que se hacen constar en la ficha de control interno.
 
REGISTRO LLEGADA DE PIEZAS


NUM. REF
FECHA
ENTRADA
PROVEEDOR
REF.
NUM. REF.
INTERNO
METROS
ANCHO
PESO
FECHA
DEVOLUCION
MOTIVO
FECHA
NUEVA
ENTRADA
                 
 
Además de este control de entrada para cada pieza, el responsable de almacén confeccionará estadillos periódicos (semanales, mensuales, por temporada, etc), con resúmenes del movimiento de almacén y stocks. De éste primer control, la pieza adquiere una ficha propia e individual, que le quedará adjunta. 
PRIMERA FICHA DE LA PIEZA EN ALMACÉN


TEJIDO Ref. proveedor metros
pedidos
metros
recibidos
metros
diferencia
DATOS DE PROVEEDOR
ancho: largo: color: peso:
abonaré: ubicación: peso descontado:
 

 

2.1.1 Revisadora
Esta revisión a efectuar, antes de dar entrada definitiva al género, se hace en la máquina revisadora, que está formada por una mesa translúcida plana, iluminada por debajo y milimetrada, sobre la que pasa el tejido bien extendido. 
 
    El control de pieza realizado en la revisadora es: 
    • Del ancho de pieza se hace un control contínuo o, cuando menos, a trechos, sobre la superficie milimetrada; además del ancho estándar de la pieza se detectan sus variaciones, si las hay. 
    • Del largo de pieza, que testifica el tacómetro. 
    • Del color, tomando como referencia la muestra de tejido sobre la que se hizo el pedido; si además se hacen comprobaciones en laboratorio o la revisadora posee fotocolorímetro, deberán contrastarse la muestra y la servida.
    • De la textura, comprobando la regularidad, no abiesamiento, detectando posibles fallos en la trama, de hilos cortados, sueltos, etc. 
    • De la resistencia a tracción, con datos medidos en dinamómetro.
    • De todos los defectos o fallos detectados, el revisador dejará marcas visibles en el mismo tejido, con un tipo de marca que no lo dañe pero que sea fácilmente visible para el cortador.
    Las piezas definidas como no idóneas, por demasiados defectos, por diferencia de tonalidad, de peso, serán devueltas al proveedor.

    Además de la mesa, la máquina revisadora debe tener

    • Sistema de variar la velocidad de paso
    • Sistema de invertir la marcha para repetir revisión parcial siempre que sea necesario 
    • Plegador sobre brazos, para retirar el tejido revisado
    • Regulador de tensión del tejido en la pasada por la mesa.
2.2  Tratamientos de estabilización de los tejidos
Más que de control propiamente dicho, éstas son ciertas actuaciones sobre las piezas tendentes a fijar en ellas las características y cualidades que se suponen poseen; de faltarles, los tejidos se verán alterados en ciertas características, como su peso y dimensiones; en ese sentido sí se ejerce también aquí un control sobre ellas, por eso las estudiamos en este capítulo. La pieza que no responda adecuadamente a estos tratamientos será calificada de no idónea. La operaciones consiguen, además, homologar cada pieza con todas las demás del mismo bloque de fabricación, aunque tengan distinta procedencia.
2.2.1  Decatizado 
El tratamiento tiene por finalidad conferirle al tejido de lana una más firme y duradera resistencia al agua, resistencia que de otra manera pronto perdería. Consiste en resolidificar la queratina que de forma natural recubre las fibras de la lana. El decatizado evita que el tejido no se hinche con el planchado. 
Todos los géneros de lana deberán ser decatizados si buscan confección de calidad; de otro modo la prenda se deformará y encogerá hasta límites insospechados, porque habrá perdido la grasa natural y habrá dejado de ser lana tal cual la conocimos. Los fabricantes de las máquinas de decatizar dan sus instrucciones de funcionamiento así como la recomendación de los productos a utilizar en el proceso. El decatizado puede conseguir estabilización de los tejidos hasta un margen de deformación del 1%.
2.2.2  Humidificación, vaporización y sponging
Es otro tratamiento dirigido a estabilizar el tejido antes de que entre en corte
Las prendas confeccionadas con el tejido que suele llamarse de lana fría han pasado por un decatizado a base de humidificación en baño de agua fría con las soluciones apropiadas (silicona, como componente más común). Los tejidos de lana cardada pasan por un tratamiento de vapor continuo y un decatizado posterior que fija y estabiliza sus dimensiones.
2.2.3  Desarrollo de la operación de decatizado
Si nos encontramos ante una máquina de decatizar como la que muestra la ilustración y con la pieza de tejido al lado, comenzamos por: 
  • Abrir el tejido de la pieza e introducirla extendida en la máquina.
  • El tejido va a humedecerse con vapor dentro de la máquina, después se planchará y se secará.
  • Una inyección rápida de aire sobre el tejido planchado lo seca, quedando la fibra y el tejido con sus características fijadas y permanentes.
Finalizado el decatizado, el tejido sale de la máquina entre dos rodillos de goma conectados a al medidor que dará las dimensiones aceptables como definitivas. Por último, las piezas vuelven a enrollarse, pero ahora en doble, juntando orillo con orillo en toda su longitud. 
Para la pieza de tejido que ha debido ser decatizada, la ficha de control que se dio en un principio estará ampliada para reflejar en ella los datos correspondientes.
TEJIDO Ref. proveedor metros
pedidos
metros
recibidos
metros
diferencia
DATOS DE PROVEEDOR
ancho: largo: color: peso:
abonaré: ubicación: peso descontado:
GRUPO MEDIDOR
DESPUES DE DECATIZADO
ancho: largo:
color: peso:
ABONARÉ: UBICACIÓN:
GRUPO MEDIDOR:
 
 
3. Organización de almacenes
El almacenamiento y control del tejido en el almacén de existencias es una cuestión muy importante en toda empresa de confección. Un almacén funcional economiza muchos gastos. Para conseguirlo es preciso que toda la información relativa a las piezas esté siempre accesible por parte de los responsables, desde la llegada del material a la fábrica, controles de tejido y situación de almacenaje, hasta la salida de piezas al taller. Determinar y concretar la ubicación, agruparlo por características bien definidas y apropiadas, facilita su salida inmediata al taller de corte en las condiciones apropiadas, contribuyendo a la racionalización de la producción desde el principio de operaciones. Y ya que estamos en la entrada de la factoría no está de más recordar uno de los principios básicos en esta industria creativa, parte esencial de aquella filosofía de empresa que hablábamos en la lección anterior, uno de los fundamentos de política de dirección: motivar al trabajador, racionalizar el trabajo y conseguir los objetivos marcados; es decir, que el trabajo sea grato, que sea cómodo y que sea productivo. 
Los registros de las piezas y sus movimientos se efectúan a mano tan correctamente como si se informatizan; del volumen de material y de la cuantía de información dependerá hacerlo de un modo u otro; un buen control se hace con un buen método. Que estos registros liquiden información rápida, clara y precisa es lo importante. Si se olvida una información puede olvidarse la pieza que la contiene. Aquí nos referimos únicamente a la información técnica de la materia prima; la cuestión financiera la dejamos para aquella función contable que hemos considerado aparte.
3.1  El almacén
Después de dobladas y enrolladas las piezas, se completa su ficha técnica. 
Por pura lógica de economía en transportes, el local de almacén debe estar junto al taller de corte. En todo caso, la adecuación de los medios de transporte internos es otra de los requisitos para la racionalización de la producción

Hay ciertos mínimos indispensables para esta racionalización: 

  • El transporte manual deja de ser aconsejable para un desplazamiento de más de 30 metros.
  • Para un máximo de 80 metros resulta aceptable un transporte semimecanizado: obrero caminando con máquina transportadora automotriz.
  • Para distancias de más de 80-100 metros debiera utilizarse carretillo automotriz y con obrero a bordo.
  • Ni las prendas acabadas ni las piezas de tejido se deben almacenar una sobre otra, con presión de su peso, porque piezas y prendas se deformarán. Un sencillo estante de entrepaños, con robustez adecuada al peso que debe soportar, es lo más cómo y aconsejable. Las piezas se pueden extraer sin mover las otras. Para almacenes grandes, el estante montado sobre correderas, que se puede extender y arrimar, es la solución ideal para acomodarlo al volumen de existencias en almacén: más espacio para más cantidad; y a la inversa. Otra solución puede ser la de construir las estanterías con estructuras tubulares desmontables, que se arman y desarman al principio y final de campaña.
  • El local de almacén debe tener condiciones ambientales que no dañen los tejidos:
    • a) sin luz día o caliente, que altere los tonos de color; 
      b) temperaturas adecuadas, entre 15 y 180C, y constantes; 
      c) humedad relativa permanente en torno al 60%. En un almacén de telas no deben existir ventanas.
Como algo elemental: el almacén debe de estar LIMPIO. 

La pieza que entra definitivamente en almacén forma parte del stock de materias primas disponibles para producción. 


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