En la investigación han participado 142 alumnos de primaria (65 niñas y 77 niños) procedentes de diversos centros escolares. Se observó que aquellos que duermen de ocho a nueve horas tienen peor rendimiento que los que duermen de nueve a once horas. «Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, consideramos que dormir más de nueve horas y tener una adecuada rutina diaria favorece el rendimiento académico», explica el investigador de la Facultad de Psicología de la UAB Ramón Cladellas, autor del estudio.
Los investigadores elaboraron un cuestionario para los padres a fin de recoger los hábitos y horas de sueño nocturno de sus hijos y, paralelamente, valoraron una serie de competencias académicas: comunicativas, metodológicas, transversales y específicas. De este modo, explica Cladellas, observaron que «un 69% de los estudiantes regresan a casa tres o más días a la semana después de las nueve de la noche o se acuestan al menos cuatro días semanales después de las 11 de la noche».
Además, constataron que el déficit de horas de sueño y los malos hábitos produjeron efectos negativos especialmente en las competencias más genéricas (comunicativas, metodológicas y transversales), fundamentales para el rendimiento académico.
No obstante, en algunas competencias específicas, más relacionadas con aspectos cognitivos como memoria, aprendizaje y motivación, el efecto es menor y se ven alteradas sobre todo por pautas de sueño irregulares. De ese modo, la falta de horas de sueño distorsiona el rendimiento de los niños en el conocimiento lingüístico, en las reglas gramaticales y ortográficas, así como aspectos claves en la organización y compresión de textos. «Son competencias básicas, de manera que si el alumno, debido a una falta de sueño, desarrolla problemas en este aspecto, puede repercutir en todas las materias», explica Cladellas.
Los autores concluyen que mantener una higiene de sueño adecuada a esta edad contribuye al desarrollo cognitivo positivo y sugieren el desarrollo de programas de prevención al respecto que empiecen por concienciar a los padres y maestros. «Existe una gran preocupación porque los niños están muy pegados a la televisión, a las máquinas, a los videojuegos, pero no se le da la misma importancia a que tengan el hábito de irse a la cama siempre a la misma hora», concluye Cladellas.

La tasa de fracaso escolar baja en el curso 2007-08 (el último que hace unos días dio a conocer el Ministerio) en 2,2 puntos. Por comunidades, donde más desciende es en Extremadura (5,1 puntos), Canarias (4,9 puntos), Madrid (4,4), Asturias (3,6), Cataluña (3,5 puntos), País Vasco (3,3) y Castilla-La Mancha (2,6 puntos). En cambio, sube en La Rioja 2,9 puntos y en la Comunitat Valenciana medio punto.
La Junta de Andalucía ya tiene listo el nuevo Programa de Escuelas Taller, Talleres de Empleo y Casas de Oficios que se desarrollará a lo largo de 2010 para un total 7.494 desempleados que se verán favorecidos por este último plan en el que el Gobierno regional invertirá 170,5 millones de euros. Se reparten de la siguiente forma: 58 a Escuelas Taller, 20 a Casas de Oficios, 282 a Talleres de Empleo y 7 a Unidades de Promoción y Desarrollo.
El abandono escolar y FP de grado medio son los grandes retos del sistema. Sólo uno de cada dos españoles ha acabado la educación obligatoria, lo que sitúa a España a la cola de los países más desarrollados en cuanto a nivel de estudios de la población adulta (entre 25 y 64 años).
La implantación de las tecnologías de comunicación en las aulas es una prioridad para el Ministerio de Educación. Este año llegarán los primeros cambios, aunque serán mínimos.